Diagnóstico inicial

El diagnóstico inicial es una instancia para saber con QUÉ contamos, del grupo y de cada uno de nuestros alumnos y alumnas.

Es decir, qué hábitos han adquirido, sus características personales , la forma de relacionarse e interactuar entre ellos y , por supuesto, qué han aprendido, qué caudal de conocimientos tienen y qué han asimilado de los años anteriores.

El QUÉ nos indica el punto de partida pero, no es suficiente si no indagamos el CÓMO es decir, el modo en el que aprende y se comporta el individuo y el grupo.

Observar  cómo lee, cómo resuelve una operación, si intenta resolver solo una situación o si abandona rápidamente  no sólo nos permite conocer los diferentes modos de aprendizaje sino que también, nos ayuda a fijar estrategias de trabajo y encontrar las fortalezas y debilidades de nuestros estudiantes.

De allí la importancia de consignar por escrito en cuaderno de seguimiento nuestras observaciones. No basta poner NEGATIVO O DESAPROBADO. Escribir nuestras observaciones es fundamental para proponer la ejercitación que el o los alumnos necesitan para afianzar un tema o un procedimiento, ofrecer más ejercitación, variar el tipo de actividades.

Lejos de asustarnos por algunos resultados, es una excelente oportunidad para desarrollar la observación y proponer metas a lograr con los estudiantes quienes deben ser conscientes de lo que se espera de ellos y del apoyo que el docente les dará para lograr esas metas.