Cada persona es única y, tener síndrome de Down no es una enfermedad. Es una condición con la que se nace y , como cualquier niño o niña tiene un potencial que podremos descubrir día a día.
Los educadores debemos ir buscando estrategias y rutinas para que adquieran hábitos de autoasistencia y autonomía.
Integrarlos socialmente es fundamental pero, dicho proceso debe analizarse ya que, no todas las instituciones pueden responder a las necesidades de estos niños y niñas porque, como dice el video hay muchas diferencias entre ellos.
Los educadores debemos analizar en conjunto, la mejor opción posible ya que, asistir a la escuela y estar en el aula, no significa que aprenda y desarrolle habilidades.
Es un enorme desafío que requiere del acompañamiento efectivo de la familia , del equipo docente y del grupo de profesionales que lo atienden, para poder trabajar en forma conjunta y lograr su desarrollo integral.