
La palabra es uno de los recursos que utilizamos los humanos para comunicarnos. A veces , en forma oral, otras en forma escrita pero siempre con una intención.
Como adultos no podemos dejar de considerar el valor de nuestras palabras porque ellas , hablan de «nuestra humanidad» es decir , de lo que pensamos, de lo que sentimos, de lo que deseamos.
El lenguaje se convierte en el vehículo del pensamiento y esto se trasmite a través de lo que decimos.
Niños, niñas y adolescentes nos escuchan, nos imitan. y por eso aprenden: aprenden de lo qué les decimos y cómo se los decimos.
Poco a poco, desarrollan la habilidad para juzgar y tomar distancia, haciendo su propio juicio de valor de lo que escuchan.
Poco a poco, desarrollan la habilidad para poner en palabras lo que les sucede, lo que sienten , lo que desean y entonces se convierten en seres reflexivos . Es entonces cuando empiezan a usar las palabras para pensar, para criticar , para aprender, para opinar, para conocerse a sí mismos , para SER ellos mismos.
«Poner en palabras» es poder verbalizar lo que pensamos y lo que sucede con nuestras emociones. Es un paso para:
- conocernos a nosostros mismos y poder situarnos en el contexto social sabiendo quienes somos con nuestras fortalezas y debilidades
- para poder comprender un sistema de valores
- para comprender que hay normas que respetar
- para poder ordenar mentalmente las ideas, apropiarnos de conocimiento y poder avanzar hacia nuevas ideas.
Por eso, cuidemos nuestras palabras, utilicemos un vocabulario apropiado,evitemos las palabras que dañan, utilicemos palabras que elogien, que la sinceridad no se traduzca en decir lo que pienso sin reparar en el otro.
¡Enseñémosles a considerar la palabra como una herramienta para el diálogo y la buena convivencia !