Muchas veces hablamos de premios y castigos cuando se trata de orientar y dirigir la conducta de nuestros hijos e hijas y entendemos que esta es la forma de educarlos. Si bien, en un primer momento, vamos enmarcando su vida social con las normas y reglas que ordenan la convivencia en la casa y en la escuela, con el tiempo debe aprender a autorregular su conducta.
Es importante que, el niño/a o adolescente actúe, no sólo por el reconocimiento externo, sino por su propia convicción que lo que hace está bien o, está mal. Reflexionar por sí mismo sobre su comportamiento y proponerse cambios, es fundamental para autocontrolarse.
Para ello, es importante educar en la disciplina porque desarrolla la capacidad para ordenarnos, de respetar normas y de comprender que, nuestras acciones tienen consecuencias y ellas, deben asumirse con responsabilidad.
Los invito a ver este valioso video de Patricia Ramírez,