La letra cursiva impone menos elevaciones del lápiz y detenciones por ser un trazo continuo, que requiere el aprendizaje del ligado de letras.
En imprenta, el niño levanta más veces el lápiz, pero los trazos son cortos y motrizmente, más fáciles de controlar.
Puede ocurrir que, en un primer momento, para los niños/as sea más fácil escribir en imprenta, pero, a medida que pasa el tiempo y los contenidos aumentan en cantidad, la letra cursiva es aconsejable porque una vez automatizada, favorece la velocidad en la copia y en la producción. Se ha observado que los adolescentes, si utilizan la imprenta, tienden a ligar las algunas letras, observándose que comienzan mezclar imprenta y cursiva porque, el ligado, agiliza la escritura.
Al mismo tiempo hay estudios que demuestran que, cuando los alumnos/as son iniciados en la escritura cursiva desde el comienzo de primer grado, logran dominarla con ventajas significativas a favor de la legibilidad. Mientras que, si suponemos que los chicos/as solos van a aprender a pasar de la letra imprenta a la cursiva, no siempre logran legibilidad y claridad en los trazos.
Otra ventaja de la letra cursiva es que las palabras se perciben como un todo, es decir entendiendo cada palabra como una unidad con significado, separando cada una con el espacio que corresponde y evitando la llamada “escritura en carro”, es decir juntar las palabras. Esto es muy importante a la hora de producir. Los niños/as deben redactar oraciones que correspondan al lenguaje hablado para que cada palabra le otorgue un significado a la frase.
Cuando una persona comienza a adquirir el lenguaje oral, pronuncia sonidos, luego onomatopeyas para luego pronunciar palabras.
Cuando comienza a leer, aprende los fonemas, los integra en sílabas y adquiere la palabra.
Cuando aprender a escribir, aprende cada grafema, los liga entre sí para poder comprender la noción de palabra.
Esta capacidad de análisis y síntesis que aplicamos para diferentes aprendizajes, no deja de ser necesaria para comprender procesos. Esto es, comprender que el lenguaje ora o escrito , está formado por pequeñas unidades que se unen para formar palabras y , a su vez, las palabras se deletrean en forma oral o escrita. El dominio de estas habilidades requiere de enseñanza y práctica para poder hacer de la escritura un instrumento que pase a segundo plano para dar lugar a la producción de ideas.
Más allá de la elección que luego haga el o la joven en el uso de un tipo de letra u otro, lo importante es valorar que el aprendizaje de la letra cursiva, más allá del trabajo grafomotor, ayuda a comprender la escritura como expresión de ideas representadas a través de palabras, que tienen cierta regularidad, ritmo, significado. No es lo mismo leer :ES PERA que ESPERA./ ELLA ES PÍA que ELLA ESPÍA.