Desde que nos levantamos, le pedimos a nuestros hijos que se apuren, que se vistan , que tomen rápido su desayuno, que entren rápido al colegio porque llegarán tarde. Los cargamos de actividades para la tarde y los seguimos apurando….
Dejamos para el fin de semana actividades placenteras, olvidando que vivimos hoy.
Reflexionar sobre el tema, aprender a disfrutar , gestionar los tiempos y priorizar las actividades es el primer paso para empezar a luchar contra el stress.
¡Manos a la obra!